¿Indignado? No, ¡cabreado!

Entre el martes, 16 y el domingo, 21 de Agosto, se celebro en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que es el gran encuentro global de jóvenes con el Papa que se celebra cada tres años en un lugar diferente del mundo.

El movimiento 15-M, también conocido como “Indignados”, decidieron en la asamblea que celebraron el viernes 5 de Agosto, organizar una manifestación, el miércoles 17 de Agosto a las 7 y media de la tarde, contra la visita del Papa. En su web aseguraban que esta manifestación no era por la visita del Papa Benedicto XVI en sí, “sino por la financiación pública” del evento.

Por otra parte, un autodenominado grupo llamado “Europa Laica” formado, según ellos, por 102 Plataformas y colectivos que representaban a más de 150 asociaciones y organizaciones, convocaban también una manifestación el mismo día y hora que la convocada por los “Indignados”. En una nota de prensa emitida el martes, 16 de Agosto, hacían un “llamamiento a la participación en la manifestación laica y cívica que se celebraría en las calles de Madrid contra la financiación pública y el apoyo institucional a la visita del Papa”.

A modo de ejemplo, entre las plataformas y colectivos convocantes, estaban: Juventudes de Izquierda Unida, FELGTB (Fed Estatal de lesbianas, gays, trans y bisexuales), Partido comunista de España, Asamblea Feminista de Madrid, Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, Izquierda Republicana, Ecologistas en Acción – Madrid, Izquierda Unida Federal, AMESDE (Asociación para la Memoria Social y Democrática), Attac Catalunya- Galicia-Aragón y Plataforma de Ciudadanos por la República.

En un principio la Delegada del gobierno en Madrid la prohibió, tal y como dictaba la lógica, el sentido común e informes previos del Ayuntamiento y de la Abogacía del Estado, que la desaconsejaban para evitar desórdenes públicos. Pero finalmente la Sra. Delegada del Gobierno autorizo que la marcha comenzara y acabara en la plaza de Tirso de Molina, tras pasar por Sol.

Como era de preveer la autodenominada “manifestación laica” al llegar a Sol se paro y comenzaron los incidentes (motivo más que suficiente para la destitución de la Delegada del Gobierno), tal y como refleja la imagen que ilustra este artículo. Los manifestantes se fueron apropiando de la zona, mientras la policía echaba a los peregrinos “por motivos de seguridad” y al final no le quedo más remedio que cargar contra los manifestantes.

Para muestra, un botón: Un grupo de siete franceses, entre ellos tres menores y una discapacitada, presentaron una denuncia, respaldada por la embajada francesa en Madrid, según la cual los jóvenes fueron insultados, amenazados y sufrieron el lanzamiento de objetos durante la media hora que fueron retenidos al intentar salir del metro en la Puerta del Sol.

Como muy bien dijo Rosa Díez, portavoz y diputada de UPyD (Unión, Progreso y Democracia), los manifestantes de la Puerta del Sol en Madrid "no son laicos sino anticlericales de libro" y evidenciaron una total falta de respeto intentando imponer sus normas y leyes a quienes tienen derecho a profesar una religión. Rosa Díez, recordaba que UPyD "defiende una España laica que lo que significa es abogar por la separación de poderes" y no de imponer una visión sobre el que piensa de otra manera.

Precisamente es por esto por lo cual no estoy indignado sino cabreado, muy cabreado, ya que los mismos que reclaman tolerancia y respeto para ellos son intolerantes e irrespetuosos con los que no piensan o no tienen las mismas creencias religiosas que ellos.

El movimiento del 15M aseguraba en sus principios que todas las creencias e ideales tenían cabida en el movimiento pero todos los españoles hemos podido ver con nuestros propios ojos que eso no era más que una máscara que finalmente se han quitado.

Y lo más curioso de todo es que decían que se manifestaban por el costé económico que esta visita iba a suponer cuando lo cierto es que no ha costado ni un euro a las arcas del estado (obviando claro esta los costes de seguridad y limpieza, costes que se producen en otros eventos multitudinarios que se realizan en España, y que ni de lejos consiguen reunir a 2 millones de personas). Los 50 millones de euros que se calcula que ha costado organizar la JMJ han sido sufragados en su totalidad por las aportaciones económicas de los participantes así como por empresas privadas y particulares y, según ha hecho público la Cámara de Comercio de Madrid se estiman en unos 160 millones de euros los beneficios que se han llevado los hoteles, el transporte y los comercios madrileños con motivo de la JMJ. ¿Qué más se puede pedir?

Nota: Este artículo ha sido publicado en el Nº 1.288 del semanario de Manacor, "7Setmanari" , el 26 de Agosto del 2011.

ANEXO: Más imágenes de los lamentables y penosos incidentes protagonizados por los manifestantes anti-JMJ