¿Sindicatos? Con mi (nuestro) dinero, no, gracias

La semana pasada comentaba en este mismo espacio que aplaudía la intención del Govern Balear, presidido por José Ramón Bauza, de suprimir liberados sindicales en un contexto de crisis generalizada como el que estamos viviendo actualmente. Este mismo martes, el Govern Balear concreto su anuncio de la semana pasada con tres medidas.

1ª) Cierre de los cuatro locales (las sedes) de los sindicatos UGT, USO, CCOO y CSIF, y por cuyo alquiler el Govern Balear estaba pagando 41.000 euros anuales. A cambio se les cederá un local de 300 metros cuadrados, propiedad del Govern Balear, y que no se utilizaba para nada. Lo bueno es que aún se quejarán y pueden dar gracias a que les cedan un local ya que lo normal y lógico serían que lo pagasen con las cuotas de sus afiliados, pero en fin, es de suponer que el Govern Balear lo hace así para evitar que les digan que los dejan sin sede, que quieren coartar los derechos sindicales y bla, bla, bla, aunque de todas formas seguro que lo dirán, así que si de un servidor dependiese, les diría que se “buscasen la vida”.

2ª) Eliminar los Fondos de Acción Sindical, unas subvenciones que el Govern Balear concedía a los sindicatos que obtenían representación entre el personal de la Administración autonómica, y que en 2006 alcanzaron un valor de unos 205.000 euros. A la hora de escribir esta colaboración el Govern Balear todavía no ha dado la cifra que se pago por dicho concepto el pasado año, pero obviamente sera superior a esos 205.000 euros.

Y 3ª) Suprimir el 100% de liberados sindicales “institucionales”, es decir 89 funcionarios deberán de volver a sus puestos de trabajo: 31 en Sanidad, 34 en Educación y 24 en servicios generales.

Los sindicatos tienen dos tipos de liberados: los que acumulan horas de representación sindical cedidas por sus compañeros, y los conocidos como 'institucionales', que son los que hasta el momento permitía el Govern Balear para su representación institucional en órganos de diálogo. Es decir, aún quedan 221 funcionarios “exentos” de desarrollar su trabajo como funcionarios ya que el Govern Balear solamente ha metido la tijera en lo que suponía un incremento de los mínimos que vienen fijados en el Estatuto de los Trabajadores, el Estatuto Básico del Empleado Público y la Ley Orgánica de Libertad Sindical.

Bajo mi punto de vista sería deseable que el gobierno surgido de las urnas en las elecciones del próximo 22 de Noviembre modificase esas tres normas, en lo referente a los créditos de horas mensuales retribuidos, ya que parece a todas luces excesivo tal cantidad de funcionarios exentos de cumplir con su trabajo y que “teóricamente” dedican lo que sería su jornada laboral a defender los derechos laborales del resto de funcionarios. Algo que a estas alturas de la película ya no se cree nadie.

Pero esta modificación no solamente debería de realizarse en la administración pública sino también en la empresa privada. Según un reciente estudio (que solamente analiza los datos de los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO) y que obviamente por razones de espacio no puedo desglosar, los empresarios españoles y la Administración pública están pagando a 57.112 liberados sindicales. Si consideramos que el coste laboral medio en España (salario + Seguridad Social) es de 29.144 euros por trabajador al año, el coste total de los liberados sindicales asciende a la friolera cantidad de 1.664 millones de euros al año. Si además tenemos en cuenta que muchos de los trabajadores liberados deben ser sustituidos por otros que realicen sus trabajos, el coste real para empresas y administración pública sería aún de una cuantía muy superior.

Al coste de los “liberados” habría que añadir las subvenciones directas e indirectas que reciben los sindicatos y que es prácticamente imposible de cuantificar ante la diversa y variada procedencia de las mismas. Para hacernos una idea en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 16 de febrero de 2011 sale el listado de las subvenciones concedidas a los sindicatos y a las asociaciones empresariales durante el 2010 por la subsecretaría del Ministerio de Trabajo e Inmigración del estado español y que ascienden a la cantidad de 15.798.500 euros, cifra a la que deberíamos de añadir las subvenciones que han recibido de las Comunidades Autónomas, Diputaciones, Cabildos o Consells Insulares y Ayuntamientos. Y como guinda del pastel, UGT y CCOO recibieron el año pasado algo más de 154 millones de euros en subvenciones para cursos de formación de empleo.

Los sindicatos hace mucho, demasiado tiempo, que perdieron su esencia y sus valores originales y estoy completamente convencido de que si sus fundadores viesen en que se han convertido renegarían de ellos ya que el principio básico de cualquier sindicato que se precie como tal debería de ser la “independencia” económica. Seguramente por eso el gobierno socialista los ha regado con abundantes y generosas subvenciones y seguramente también por eso no han dicho ni pío mientras en España alcanzábamos los 5 millones de parados.

Nota: Este artículo ha sido publicado en el Nº 1.291 del semanario de Manacor, "7Setmanari" , el 16 de Septiembre del 2011.