Toros y "correbous"
El pasado 28 de Julio el Parlamento catalán aprobó la modificación del artículo sexto de la Ley de Protección de los animales solicitada por la “Plataforma Prou!” añadiendo, únicamente, la prohibición de las corridas de toros así como “los espectáculos taurinos de cualquier modalidad que se celebren en las plazas de toros o fuera de ellas, exceptuando las fiestas con bueyes”. Es decir, la única excepción a dicha prohibición son los “correbous”.
Los “correbous” son fiestas populares tradicionales en las cuales se hacen diferentes tipos de encierros de toros, vacas o vaquillas. Estas fiestas se realizan preferentemente en la provincia catalana de Tarragona, aunque no exclusivamente.
Entre los diversos tipos de “correbous” que se realizan en Cataluña, destacan el “bou embolat” (toro embolado) en el cual se ata al toro por las patas y el rabo, inmovilizándolo, para ponerle antorchas o bolas inflamables en los cuernos, para luego soltarlo en las calles y el “capllaçat” (toro ensogado), en el cual se atan cuerdas a los cuernos por medio de las cuales los toros son arrastrados por las calles.
En la exposición de motivos de dicha modificación de la Ley catalana de Protección de los Animales se dice textualmente, entre otras cosas, que “la ley ha de preveer una protección integral de TODOS LOS ANIMALES y no dejar al margen espectáculos como las corridas de toros, ya que objetivamente suponen un MALTRATO y ocasionan DOLOR y SUFRIMIENTO para el animal”. ¿Por qué motivo se excluyen entonces los “correbous”?
-¿Acaso en los “correbous” los toros, vacas o vaquillas no son maltratados y no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se pide su prohibición?
-¿Acaso a los animales que son sacrificados para su consumo humano no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se prohíbe su sacrificio?
-¿Acaso a los animales que matan los cazadores con sus escopetas no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se prohíbe la caza?
-¿Acaso los pescadores no ocasionan dolor y sufrimiento cuando pescan peces y sin embargo no se prohíbe la pesca?
Es por tanto bastante obvio y evidente que con la excusa de la protección de los animales el verdadero objetivo es únicamente conseguir la prohibición de las corridas de los toros ya que va a seguir habiendo toros, vacas y vaquillas maltratados a los que se les ocasionara dolor y sufrimiento.
Hace unos años surgió en círculos independentistas catalanes la campaña de colocar en los vehículos una pegatina con la imagen de un burro en los vehículos. Los promotores de la misma para justificar dicha campaña decían, entre otras cosas, lo siguiente: “El burro catalán nace en Banyoles como una propuesta reinvindicativa que pretende luchar contra el centralismo uniformizador expresado en símbolos como el toro o la matrícula española.” Asimismo también decían que “defendemos un sentimiento, una manera de entender un país y a su gente; promovemos una identidad, una cultura y unas costumbres”.
Así ya podemos entender otra de las razones por las cuáles se han prohibido las corridas de toros en Cataluña. Son un símbolo que representa a España y por tanto hay que acabar con ese símbolo, al igual que quieren prohibir en Barcelona que los taxis puedan lucir la bandera de España (no les gusto ver taxis enarbolando la bandera de España durante el reciente campeonato mundial de fútbol que gano la selección española), que se vendan muñecas vestidas de sevillanas en las Ramblas o al igual que prohibieron a los jóvenes que asistían a campamentos de verano en albergues propiedad del gobierno catalán que pudiesen ver la final del Campeonato Mundial de Fútbol, etc.
Este pasado domingo, 29 de Agosto, en Fornalutx, un pequeño municipio mallorquín de unos 700 habitantes, un grupo de “anti-taurinos” cuyo nombre es “AnimaNaturalis” protestaba contra el “correbou” que se celebra en dicho municipio desde hace más de 100 años. Una pequeña chispa (uno de los “antitaurinos” enseño el dedo corazón de una de sus manos” a los contramanifestantes) basto para que se exaltasen los ánimos entre los más de 400 vecinos del municipio que se encontraban congregados para protestar por la presencia y los efectivos de la guardia civil que se encontraban en el lugar se vieron obligados a intervenir para que la cosa no fuese a mayores.
Lo curioso del caso es que la asociación Aldea y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas no solamente se han desmarcado de la protesta de los “antitaurinos” sino que además la han criticado ya que consideran que fue el detonante de los incidentes (insultos y agresiones) que allí se vivieron y que la misma era innecesaria ya que ambas asociaciones habían llegado a acuerdos con el Ayuntamiento a aplicar desde este mismo año (recortar el itinerario, celebrar el correbou en un día laborable para reducir el número de participantes y suprimir el acto de bautizo del animal en que se le coloca una corona de laurel).
Ni me gustan las corridas de toros ni los “correbous”, y de hecho no he ido nunca a ver ninguna de las dos cosas, pero creo que no hay por que prohibir tanto una cosa como la otra. Lo mismo que considero absurdo que se haya prohibido la suelta de patos vivos en C'an Picafort y que en su lugar se les haya obligado a utilizar patos de plástico.
Los “correbous” son fiestas populares tradicionales en las cuales se hacen diferentes tipos de encierros de toros, vacas o vaquillas. Estas fiestas se realizan preferentemente en la provincia catalana de Tarragona, aunque no exclusivamente.
Entre los diversos tipos de “correbous” que se realizan en Cataluña, destacan el “bou embolat” (toro embolado) en el cual se ata al toro por las patas y el rabo, inmovilizándolo, para ponerle antorchas o bolas inflamables en los cuernos, para luego soltarlo en las calles y el “capllaçat” (toro ensogado), en el cual se atan cuerdas a los cuernos por medio de las cuales los toros son arrastrados por las calles.
En la exposición de motivos de dicha modificación de la Ley catalana de Protección de los Animales se dice textualmente, entre otras cosas, que “la ley ha de preveer una protección integral de TODOS LOS ANIMALES y no dejar al margen espectáculos como las corridas de toros, ya que objetivamente suponen un MALTRATO y ocasionan DOLOR y SUFRIMIENTO para el animal”. ¿Por qué motivo se excluyen entonces los “correbous”?
-¿Acaso en los “correbous” los toros, vacas o vaquillas no son maltratados y no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se pide su prohibición?
-¿Acaso a los animales que son sacrificados para su consumo humano no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se prohíbe su sacrificio?
-¿Acaso a los animales que matan los cazadores con sus escopetas no se les ocasiona dolor y sufrimiento y sin embargo no se prohíbe la caza?
-¿Acaso los pescadores no ocasionan dolor y sufrimiento cuando pescan peces y sin embargo no se prohíbe la pesca?
Es por tanto bastante obvio y evidente que con la excusa de la protección de los animales el verdadero objetivo es únicamente conseguir la prohibición de las corridas de los toros ya que va a seguir habiendo toros, vacas y vaquillas maltratados a los que se les ocasionara dolor y sufrimiento.
Hace unos años surgió en círculos independentistas catalanes la campaña de colocar en los vehículos una pegatina con la imagen de un burro en los vehículos. Los promotores de la misma para justificar dicha campaña decían, entre otras cosas, lo siguiente: “El burro catalán nace en Banyoles como una propuesta reinvindicativa que pretende luchar contra el centralismo uniformizador expresado en símbolos como el toro o la matrícula española.” Asimismo también decían que “defendemos un sentimiento, una manera de entender un país y a su gente; promovemos una identidad, una cultura y unas costumbres”.
Así ya podemos entender otra de las razones por las cuáles se han prohibido las corridas de toros en Cataluña. Son un símbolo que representa a España y por tanto hay que acabar con ese símbolo, al igual que quieren prohibir en Barcelona que los taxis puedan lucir la bandera de España (no les gusto ver taxis enarbolando la bandera de España durante el reciente campeonato mundial de fútbol que gano la selección española), que se vendan muñecas vestidas de sevillanas en las Ramblas o al igual que prohibieron a los jóvenes que asistían a campamentos de verano en albergues propiedad del gobierno catalán que pudiesen ver la final del Campeonato Mundial de Fútbol, etc.
Este pasado domingo, 29 de Agosto, en Fornalutx, un pequeño municipio mallorquín de unos 700 habitantes, un grupo de “anti-taurinos” cuyo nombre es “AnimaNaturalis” protestaba contra el “correbou” que se celebra en dicho municipio desde hace más de 100 años. Una pequeña chispa (uno de los “antitaurinos” enseño el dedo corazón de una de sus manos” a los contramanifestantes) basto para que se exaltasen los ánimos entre los más de 400 vecinos del municipio que se encontraban congregados para protestar por la presencia y los efectivos de la guardia civil que se encontraban en el lugar se vieron obligados a intervenir para que la cosa no fuese a mayores.
Lo curioso del caso es que la asociación Aldea y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas no solamente se han desmarcado de la protesta de los “antitaurinos” sino que además la han criticado ya que consideran que fue el detonante de los incidentes (insultos y agresiones) que allí se vivieron y que la misma era innecesaria ya que ambas asociaciones habían llegado a acuerdos con el Ayuntamiento a aplicar desde este mismo año (recortar el itinerario, celebrar el correbou en un día laborable para reducir el número de participantes y suprimir el acto de bautizo del animal en que se le coloca una corona de laurel).
Ni me gustan las corridas de toros ni los “correbous”, y de hecho no he ido nunca a ver ninguna de las dos cosas, pero creo que no hay por que prohibir tanto una cosa como la otra. Lo mismo que considero absurdo que se haya prohibido la suelta de patos vivos en C'an Picafort y que en su lugar se les haya obligado a utilizar patos de plástico.
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